NACIMIENTO Y SU MEMORIA HISTÓRICA

               

•  En el periodo precolombino, Nacimiento fue un pucará indiano, para defensa de la regua mareguano, en constante guerra  con sus vecinos los Coyunches y los Picunches.
•  A comienzos del siglo XVII (1603), fue fundado como Fuerte de las Fuerzas Españolas de la Conquista.
•  Durante el periodo de la colonia, es el más importante centro de operaciones de la frontera y de las Guerras de Arauco.
•  Durante la Patria Vieja, fue uno de los primeros en reconocer a la Junta Nacional de Gobierno de 1810 y se convierte en verdadero emblema de la frontera, siendo su fuerte el más importante, sin paralelo en Sudamérica.
• En 1813 el Fuerte de Nacimiento sirve de asilo a doña Isabel Riquelme y a doña Rosa O´Higgins.
•  En 1817, sus bastiones están alerta, esperando el clarinazo de la libertad, reforzado por el fervor patriota.
•  Vuelve a servir al país, cuando es Patria Nueva, libre y soberana.
•  En 1820 sus soldados colaboran en la Expedición Libertadora del Perú.
•  Pasa por malos momentos, con las montoneras de los bandidos en la “Guerra a Muerte” y es tomado y reconquistado porque se necesita su posición estratégica.
• Soldados nacimentanos apoyan la causa del general don Ramón Freire Serrano en la Guerra Civil de 1829.
•  Sus soldados muestran su calidad y valor, durante la guerra contra la Confederación Peru-Boliviana, en 1836-1839.
• Muchos soldados apoyan al general José María de la Cruz y su causa revolucionaria del Sur, durante la Guerra Civil de 1851 en Loncomilla.
•  En 1879 en la Guerra del Pacífico, los soldados Nacimentanos muestran su pasta de héroes en: Tarapacá, Tacna, Arica, Chorrillos, Miraflores, Entrada a Lima y Campaña de las Sierras. Además se mantienen alerta en defensa de la frontera en la Pacificación y Civilización de la Araucanía.
•  Esos mismos soldados vuelven a salir en 1891 en defensa de la Constitución y las Leyes apoyando al gobierno de don José Manuel Balmaceda.
• En el siglo XX, Nacimiento es el abuelo abrumado por los años, tolerante y comprensivo que sufre el olvido de sus hijos y nietos con altivez y orgullo, altanero como un roble de Nahuelbuta. A la sombra de sus muros se tejieron heroicas leyendas, se forjaron romances e ilusiones, surgieron ambiciones y nacieron ideales, cada trozo de piedra, cada ladrillo, guarda un fragmento de historia patria.
• Poco después de su fundación, albergó las tropas del Primer Ejército de Chile, creado por Felipe III, que a lo largo del tiempo, con el mismo empuje y valor habría de ganar una gloria sin paralelo en la historia universal.
• Nacimiento puede mostrar un historial escrito con sangre y fuego en su suelo y en sus muros y mostrar un abolengo que se remonta a cinco siglos. Sus baluartes guardan en el eco de sus gritos de victoria y el ronco estertor de la agonía, el silbar de las flechas indias y el tronar de los cañones castellanos, el chocar de espadas y lanzas. Este fue el cimiento a través de los siglos, es la fortaleza de los recuerdos y el testigo presencial de la epopeya del sur de Chile, cuyos hijos indómitos aún siembran trigo para el pan  de sus hermanos, en las mismas tierras que defendieron tan ferozmente.
• Esta vieja fortaleza de la frontera vio nacer y crecer una villa, la vio levantarse en pueblo, progresar y prosperar. Vio las tierras mas allá de los ríos ya libres y llenos de cimientos de espigas y de sueños. Vio levantarse poco a poco el progreso y la industria, la educación y hoy ya podemos sentirnos orgullosos de este pueblo, devolviéndole su dignidad y respetándole como el GRAN VIGÍA Y BASTIÓN DE LA FRONTERA.

Extracto del libro: “La Historia de Nacimiento”  Autor: Ramón Navarrete Stagg.  
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