Con posterioridad al terremoto de
1960, el 16 de agosto un grupo de damas decidió fundar la Cruz Roja en esta
ciudad para ir en ayuda de la gente necesitada y que resultara damnificada con
la catástrofe. Motivados por la enfermera Bernardita Lazo Cid, que por esos
días andaba de paso en un fundo cercano al pueblo, la señora Yolanda Bernasconi
resultó elegida presidenta, vicepresidenta Magdalena Ormeño de Mostra,
secretaria Cristina Toledo de Días; tesorera doña Luisa Villanueva de Pavéz; directoras
Trinidad Sebilla de Suárez y Julia Loyer de Davinson.
Entre las socias fundadoras que
tuvieron cargos de responsabilidad tenemos a Clementina Caulier de Sheffield y
Milka Hurtado Solís. En los inicios de la Cruz Roja, esta institución se dedicó
solamente a la asistencialidad y acción social; funcionando en una carpa en los
patios de la escuela pública, luego siguieron funcionando en salas de la
escuela, hasta que finalmente, con donaciones de particulares y trabajo de las
51 socias se logró comprar un sitio a la iglesia, julio de1965 y en ese lugar
comenzar la construcción del local.
Las seguidoras de Henry Dunant
Colladón, fundador de la Cruz Roja Internacional el 26 de octubre de 1863,
están apoyadas constantemente por el nivel central de la fundación (nacional y
regional), instancia que evalúa a cada una de las integrantes y se preocupa de
formar los recursos humanos capacitados para incorporarse a los distintos
departamentos que tiene el organismo. Entre los departamentos que funcionaron
desde el comienzo tenemos Acción Social, preocupándose de los damnificados y
tuberculosos junto con el socorro. En la actualidad se han creado Clínica y Relaciones Públicas.
La Cruz Roja es una institución
de bien social al igual que Rotarios, Leones y Bomberos, que prestan un
importante servicio, por personas desinteresadas que en forma “gratuita”
trabajan por la ciudadanía. Este aspecto merece ser considerado puesto que los
miembros cada día se están marchando y los que ingresan con estos ideales tan
altruistas son rarísimos. Por esta razón debe ser reconocido y valorado por
toda la ciudadanía.
Texto tomado del libro: “La
Historia de Nacimiento” de Ramón Navarrete Stagg y Claudio Carrasco.
www.nacimientotumemoria.blogspot.com
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