Relato de su primo Lorenzo Kolimán
Lorenzo Kolipí fue el cacique más poderoso de los abajinos, cuando gritaba para dar órdenes nadie le contradecía, peleaba con mucho valor y en muy buenos caballos.
Además de sus riquezas tomaba lo que necesitaba desde Angol hasta Remehueico, poseía las más grandes yeguadas, manejaba plateros y pelloneros. Tenía un cuarto lleno de objetos de plata y sólo entraban en él dos de sus veinticuatro mujeres.
En Nacimiento, Los Angeles y en todas las guarniciones lo recibían con honores, pues Kolipí ayudó a los patriotas, él fue partidario de ellos desde el principio.
Aunque Kolipí tenía traje de general, a Santiago iba vestido de mapuche, con muy bonitas mantas y bien plateada su montura.
Viajaba acompañado de sus mocetones, se alojaba en un convento de sacerdotes y visitaba al presidente Bulnes, éste general era su amigo, le daba la mano y le hacía regalos. Cuando volvía de Santiago la gente de sus tierras salían a encontrarlo, le llevaban muchos regalos y gallinas fiambres, le saludaban con respeto y algunos lloraban al verlo regresar sin novedad, él les contaba de su viaje y las ventajas que había obtenido.
Su numerosa familia le daba autoridad, también el auxilio que le prestaban los militares.
Tenía una enemistad terrible con Mariluan y con Mangin, caciques arribanos, se daban grandes malones y durante un tiempo tuvo que esconderse, pero cuando fueron ganando los patriotas y hubo República, Kolipí empezó a vengarse.
Uno de sus numerosos hijos, Llanquilef o Juan Kolipí, era teniente del Carampangue y fue a la guerra contra la Confederación Peru-Boliviana, con el general Bulnes, el año 1839. Se distinguió por el valor extraordinario que desplegó en la defensa de los puentes Llaclla y Buin.
Uno de sus hermanos, José Pinolevi o Pichi Pinolevi, aprendió a leer y escribir con los sacerdotes en Nacimiento donde residía con frecuencia, porque tenía casa de tejas y gozaba de sueldo del gobierno para que ayudase al ejército. En el año 1862 se le pagaban $15 mensuales.
Dicen que Mangin mandó a matar a Kolipí por brujería, otros creen que enfermó de tifus y murió en el año 1850. Sus mujeres y parientes lo lloraron sin consuelo, de Nacimiento fueron algunos oficiales a darle el pésame a los deudos.
Su hijo mayor, Pedro Kolipí fue el heredero del cacicazgo.
Extracto del libro: “Las ultimas familias y costumbres araucanas”, tomo VII.
Autor: Tomás Guevara.
www.nacimientotumemoria.blogspot.com
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