Desarrollada entre Chile, Perú y Bolivia, estos dos últimos
aliados, en virtud del tratado secreto de 1873. Los Antecedentes de este
conflicto fueron los siguientes: las arcas fiscales peruanas se encontraban en
banca rota en 1872 cuando subió al poder el presidente del Perú Manuel Pardo.
Una de las causas principales de este estado de cosas, fuera de la mala administración,
era que el guano, propiedad del Estado, se encontraba agotado. El salitre,
propiedad particular, le hacía además, la competencia. Esto motivó que el
presidente peruano tratara de colocar al salitre en la misma situación del
guano, es decir, que fuera propiedad del Estado y con ello se pretendía obtener
el monopolio de este fertilizante.
El
hecho de que se hubiera descubierto salitre en territorio boliviano explotado
por compañías chilenas y yacimientos en territorio chileno, movió a que Pardo
se uniera a Bolivia por el tratado secreto de 1873. Trató también de obtener la
alianza con Argentina con el propósito de arrojar a Chile del desierto de
Atacama, donde existían estas riquezas. El presidente argentino Sarmiento
obtuvo de la cámara la adhesión al tratado secreto en septiembre de 1873, pero
el Senado postergó toda resolución sobre él.
En
Chile el presidente Federico Errázuriz Zañartu, cuando conoció la existencia
del tratado secreto, aceleró la entrega del blindado Cochrane en construcción
en Inglaterra. La llegada de este barco produjo un cambio en la situación. Perú
aconsejó a Bolivia transar con Chile, firmando el tratado de 1874 y Argentina
se abstuvo de ingresar a la alianza. El gobierno de Frías en Bolivia fue
derribado en 1878 por un golpe de fuerza del general Hilarión Daza, quién hizo aprobar
un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado. Chile reclamó,
pero sin resultado. El gerente de la compañía salitrera chilena se negó a pagar
el impuesto y Daza reaccionó ordenando el embargo de la misma sacándola a remate. Como esto violaba el tratado
de 1874, el gobierno de Chile sólo tenía una solución: ordenar la ocupación de
Antofagasta.
Se
envió al coronel Emilio Sotomayor Baeza
con 200 hombres, quienes la ocuparon el 14 de febrero de 1879. Bolivia declaró
la guerra a Chile el 1° de marzo de 1879. Perú intervino confesando la
existencia del tratado secreto de 1873. Chile declaró la guerra a los aliados
Perú y Bolivia el 5 de abril de 1879.
Argentina
no intervino ni ingresó a la alianza por temor a Brasil, simpatizante de Chile.
Al estallar el conflicto, Chile tenía una población de 2 millones y medio de
habitantes y mantenía un ejército de 2.500 hombres, en tanto que Perú, con una
población de 3 millones, sostenía uno de 8.000 y Bolivia con 2 millones, otro
de más de 3.000.
Los
enemigos de Chile disponían pues de un ejército de más de 11 mil hombres, más
de cuatro veces superior al de Chile y de una población que era el doble.
En poder naval, la superioridad era también
evidente. Si bien Bolivia no disponía de ningún barco de guerra, el Perú
contaba con cuatro acorazados y varios transportes y corbetas, Chile en cambio,
tenía dos acorazados y algunas fragatas y corbetas casi sin valor debido a la
antigüedad de su construcción.
La guerra tuvo 5 fases, que son las siguientes:
.- CAMPAÑA MARÍTIMA: Combate de Chipana, Combate Naval de
Iquique, Combate de Punta Gruesa, Combate Nocturno de Iquique y el Combate Naval de Angamos.
.- CAMPAÑA DE TARAPACÁ: La Toma de Pisagua, Batalla de Dolores y la
Batalla de Tarapacá.
.-CAMPAÑA DE TACNA: Batalla de Tacna (Alto de la Alianza) y
la Toma del Morro de Arica.
.-CAMPAÑA DE LIMA: Batalla de Chorrillos, Batalla de
Miraflores y la Ocupación de Lima.
.-CAMPAÑA DE LA SIERRA O BREÑA: Combate de Sangra, Combate
de la Concepción y la Batalla de Huamachuco.
El fin
de esta contienda se logró con Perú, mediante el Tratado de Ancón el 22 de octubre de 1883 y el alto al fuego
con Bolivia el 4 de abril de 1884.
Texto tomado del Diccionario Histórico y Geográfico de Chile
de Fernando Castillo, Lía Cortés y Jordi Fuentes.
Nota: Destacar la numerosa participación de los nacimentanos
que en su mayoría voluntarios, dejaron muy en alto el nombre de nuestra comuna
y contribuyeron a la victoria de las armas de la Patria. Los chilenos no
olvidaremos jamás a estos valientes y esforzados hombres y mujeres que con
coraje y valentía nos legaron soberanía, orgullo y bienestar económico. Honor y
gloria por siempre a quienes en forma altruista y desinteresada pagaron con su
vida el tributo de amor a nuestra bandera. El reconocimiento eterno también
para los huérfanos, viudas y mutilados que dejó esta guerra.
Memoria de una invasión.
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